Cuéntanos, ¿cuando empezaste con las damas de blanco?
A mediados del año 2004, Cachita, la esposa de Margarito Broche Espinosa, al visitarme, me comento sobre los tés literarios que los días 18 de cada mes realizaban las esposas, madres y hermanas, de los presos políticos, que vestidas de blanco, asistían a la iglesia de Santa Rita de Casia. En agosto del mismo año, cuando Margarito Broche, infarto en la prisión de Guanajay, en la Provincia Habana, y lo internaron en la sala de terapia intensiva del hospital La Covadonga, Cachita me presento a Laura Pollán, y desde entonces, comencé a participar en las actividades de las Damas de Blanco.
¿Qué te llevó a unirte a las Damas de Blanco?
Reclamar la libertad incondicional de mi esposo, que había sido encarcelado injustamente por ser miembro del Movimiento Cristiano Liberación y Gestor del Proyecto Varela.
¿De que acusaron a tu esposo, Efrén Fernández y cuál fue su condena?
En un fraudulento juicio, que fue un circo romano, lo acusaron injustamente de conspirar contra la independencia y la integridad del Estado cubano, o sea la Dictadura. Por eso, arbitrariamente lo sancionaron a 12 años de privación de libertad.
¿Como te las arreglabas para poder atender las necesidades de Efrén en prisión?Para poder comprarle lo que le podíamos llevar, tenía que lavarle las ropas de manera escondida a algunas personas, limpiar casas, confeccionar y vender dulces, croquetas y papas rellenas, exponiéndome a ser enjuiciada y encarcelada. También me ayudaba en este menester, la familia de Efrén, la mía, vecinos del barrio y otros que generosamente siempre nos apoyaron.
¿Sentiste en alguna ocasión que corría peligro tu integridad física?
Sí. Constantemente vigilaban nuestra casa y amenazaban a mi familia con chantajes y represalias. Llegaron a amenazarme, diciéndome que si continuaba en las Damas de Blanco, la emprenderían contra mis hijos. Sin contar las tribulaciones, cuando el gobierno mandaba a que las turbas, atacaran a las Damas de Blanco.
¿Cuéntanos algún buen recuerdo o anécdota que hayas vivido con las Damas de Blanco
Nunca olvidare, que en cada una de nuestras manifestaciones por las calles de La Habana, el pueblo y sobre todo los jóvenes, nos daban aliento, para que continuáramos nuestra justa reclamación. Un día, después de ir a la sede de la Asamblea Nacional del Poder Popular, para pedir la libertad incondicional de los presos políticos, la Seguridad del Estado con sus habituales grupos paramilitares y turbas de delincuentes, nos hizo un mal llamado acto de repudio. Al salir del lugar, subimos en un autobús, donde la policía política introdujo a cuatro agentes que comenzaron a insultarnos, pero, estos esbirros se encontraron con la repulsa del resto de los pasajeros, que nos defendieron valientemente. También recuerdo, que tras la muerte de Zapata, después de ir a Santa Rita, cogimos un autobús, donde los pasajeros quisieron conocer a Reina Luisa, y una joven le cedió su asiento.
¿Como viviste la muerte de Zapata?
Para mi fue un dolor muy, pero muy profundo. Zapata y Efrén se llevaban maravillosamente. Vi el sufrimiento de Reina Luisa, cuando lentamente asesinaban a Zapata, son momentos muy tristes, que jamás olvidare.
Háblanos de los tés literariosEran encuentros donde nos reuníamos los días 18 de cada mes, donde cada una comentaba la situación de su familiar en cautiverio, se leía algún poema escrito por algún preso político y nos uníamos en oración a través del santo rosario que rezábamos.
¿Piensas que en Cuba ha cambiado algo?
No, ya que todo sigue de mal para peor.
¿Crees que debe mantenerse la posición común europea y el embargo de usa?
Entiendo que la Unión Europea, debe mantener la posición común e incluso, hacerla efectiva. Con respecto al embargo, nunca he compartido ese método, pues el que sufre es el pueblo; ejemplo de ello es el criminal embargo, que la dictadura ha realizado por más de cincuenta años, contra el pueblo cubano.
Ahora, ¿donde vives y como te va la vida?
Vivimos en la ciudad de León, en España y hasta el momento nos va bien.
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