Hace más de cincuenta y dos años, la Dictadura cubana de los hermanos Castro, ha practicado con total impunidad el Terrorismo de Estado. Una de las modalidades desarrolladas por tan atroz régimen, es el secuestro con fines políticos o ideológicos; siendo esta deleznable practica, una transgresión de las más elementales leyes de la humanidad.
Cuando en la Primavera Negra del año 2003, setenta y cinco opositores fuimos detenidos y encarcelados arbitraria e injustamente, la junta militar cubana entre sus propósitos pretendía abortar infructuosamente la campaña de recogidas de firmas del Proyecto Varela y la proliferación de los Comité Ciudadanos Gestores del referido proyecto. También, durante o después de los interrogatorios, algunos supimos por oficiales de la Seguridad del Estado, que otra de las estratagemas del Dictador Fidel Castro, era tratar de lograr canjearnos por los cinco espías del régimen, que se encuentran encarcelados en los Estados Unidos.
Desde entonces nos habían secuestrado y convertido en rehenes. La intención de la Dictadura se mantuvo oculta, hasta que el jueves 18 de diciembre del 2008, en la visita oficial efectuada por Raúl Castro a Brasil, este al incomodarse con un periodista que le hizo una pregunta sobre los disidentes políticos presos, respondió: cito “Vamos a hacer gesto y gesto: esos prisioneros de los que tú hablas, si quieren soltarlos que nos lo digan mañana (refiriéndose al Gobierno estadounidense), se los mandamos para allá con familia y todo”. “Que nos devuelvan a nuestros cinco héroes (espías), es un gesto de ambas partes. Llevan diez años presos, fueron condenados a dos cadenas perpetuas” Fin de la cita.
Al manifestarse así, Raúl Castro reconoció públicamente la ilegitimidad de nuestro injusto cautiverio y admitió que éramos rehenes de la opresión de tan despiadado régimen, que quebranta constantemente las normas jurídicas internacionales.
El Terrorismo de Estado de la Dictadura de los hermanos Castro, durante más de medio siglo a secuestrado y hecho rehenes a miles de cubanos y foráneos, siendo esto un bárbaro ataque contra el derecho a la integridad y la libertad de las personas.
Es inadmisible que en pleno siglo XXI, Yosvany Melchor Rodríguez sea otra víctima de este aborrecible crimen del régimen cubano.
A principios del año 2010, la Seguridad del Estado comenzó a hostigar y amenazar a Rosa María Rodríguez Gil, con encarcelar a su hijo Yosvany Melchor -que no es disidente-, por pertenecer ella al Movimiento Cristiano Liberación. Rosa María no claudico ante el chantaje de la policía política y mantuvo su voluntad inquebrantable de seguir luchando pacíficamente por los derechos y la libertad de los cubanos. Por eso, detuvieron durante muchos días a Yosvany Melchor en el tristemente célebre centro de interrogatorios de la Seguridad del Estado en Versalles, en la provincia de Santiago de Cuba. En este cuartel, Melchor trato de arrancarse unas venas de la mano con los dientes, ya que según le contó posteriormente a su mamá, no soportaba los maltratos y las torturas que sufría.
Después ordenaron su traslado a la prisión de Aguadores en la misma provincia, con el pretexto de continuar investigando los supuestos vínculos de Yosvany con las salidas ilegales del país en Santiago de Cuba.
Yosvany Melchor que tiene 28 años de edad, presenta un largo historial clínico, pues desde niño tiene enfermedades mentales, y por eso tuvo que estudiar en escuelas especiales para niños y adolescentes con esas limitaciones. Los servicios médicos de la prisión comprobaron la veracidad de sus dolencias psíquicas, a través de los exámenes realizados por los facultativos del Hospital Psiquiátrico Jagua, en esa provincia.
En noviembre del 2010, en un juicio plagado de falsedad y arbitrariedad, condenaron injustamente a Yosvany Melchor Rodríguez a la pena de 12 años de privación de libertad, donde la fiscalía no presento ningún testigo acusador, pues él no tuvo ninguna participación en los hechos que le imputaron. Desde entonces, Yosvany Melchor, que reside en la capital del país, esta encarcelado a más de mil kilómetros de su hogar, en la tétrica prisión de Boniato, donde los reos reciben tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Toda esta barbarie de carácter antijurídico e inmoral de la Dictadura cubana, constituye una flagrante violación de lo estipulado por las Naciones Unidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, la Convención Internacional contra la Toma de Rehenes y la Convención contra la Tortura , y otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. También infringe la Convención Americana sobre los Derechos Humanos.
Es inverosímil que la Organización de las Naciones Unidas, los gobiernos democráticos de Europa y el resto del mundo, y los medios de prensa de las naciones libres, callen ante tanto atropello e injusticia, y es absurdo que no reprochen y condenen el secuestro y la toma de rehenes, que es un crimen de lesa humanidad perpetrado por la Dictadura de los Castro.
(Sobre el caso de Yosvany Melchor Rodríguez se puede encontrar más información en la página www.oswaldopaya.org).
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