lunes, 25 de abril de 2011

              No les basta con el duro castigo del destierro 
                                                   
 
              A la Dictadura de los hermanos Castro, imperante en Cuba desde hace más de medio siglo, no le basta con imponernos el duro castigo del destierro, ya que el odio desmesurado y vil, de la naturaleza criminal de su régimen, ahora la arremete contra nuestros familiares y amigos en la Isla.
              Victima de esta despiadada reprehensión, es el caso del preso común Pablo Maqueira Vera, quien reside en la avenida 239 Nº 5416 e/ 54 y 56, en el poblado de Punta Brava, perteneciente al capitalino municipio de La Lisa.
              A Maqueira, le impusieron en el año 1999, la excesivamente severa sanción de 35 años de privación de libertad, en un juicio plagado de mentiras acusatorias, y como es habitual en los órganos castristas de impartir justicia, no hubo garantías procesales y se omitió el alegato del abogado defensor.
              Durante el injusto cautiverio, que me impusieron en la prisión de Guanajay, ubicada en la actual provincia de Artemisa, en Cuba; conocí y entable una excelente amistad con Pablo Maqueira Vera, un ferviente cristiano, lleno de amor y bondad, que llevaba varios años en prisión.
              Su relación y solidaridad con los presos políticos que estuvimos en ese tétrico recinto penitenciario, siempre se caracterizo por una transparente y solidaria amistad, que jamás pudo ser quebrantada por las constantes amenazas y el hostigamiento que le hacia, la Seguridad del Estado.
               El pasado año 2010, a petición de otra persona, que también fue sancionada en su misma causa, el Tribunal Supremo de la República, le redujo la condena a 14 años, debiendo corresponderle la libertad condicional, según establecen las actuales leyes cubanas.  No obstante, le niegan este derecho, por ser amigo de los presos políticos, que estuvieron encarcelados en la prisión donde lo tienen recluido.
                El año pasado lo trasladaron a la prisión de Taco Taco, en la provincia de Pinar del Río, donde el jefe de esa penitenciaria, le manifestó que solicitaría al tribunal su libertad condicional, pues desde hacia meses le debían haber realizado este tramite. La supuesta justeza del jefe de este recinto, fue otra de las artimañas de la policía política, para torturar psicológicamente a Maqueira, que fue retornado enseguida para la prisión de Guanajay.
                Desde entonces, a Maqueira Vera, lo someten a un horrendo régimen de ultrajes y vejaciones, por ser amigo de los que fueron presos políticos. El jefe de esta infernal prisión, y otros oficiales con su habitual sadismo, se burlan de él, diciéndole que nosotros nunca podremos lograr su liberación, y que por eso, estará hasta que muera en ese infrahumano lugar.  Estos militares, fueron los que torturaron en ese recinto, al mártir Orlando Zapata Tamayo.
                 Hace unos meses, el capitán Guillermo Cordero Monduy, jefe de la prisión,  le quito a Maqueira el reloj de pulsera, que su esposa le había regalado e hizo, que en su presencia los guardias se lo destruyeran con un martillo. Esta aberrante práctica, del  corrupto y asesino capitán Guillermo, es orquestada por la Seguridad del Estado, que trata de desestabilizar psíquicamente a Maqueira.
                 También, el detestado teniente  Joel Veranes, alias el Bicho, en unión de otros guardias, le requisan constantemente a Maqueira sus pertenencias, para buscar, según ha manifestado este oficial, la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que el régimen persigue por considerarla subversiva.
                  Hace unas semanas, Maqueira padeció de una infección respiratoria debido a las deplorables condiciones de la prisión, al hacinamiento existente y a la pésima alimentación, que ha enfermado con tuberculosis a varios presos.
               
                   A Pablo Maqueira Vera, que tiene una excelente conducta, lo privan del derecho a obtener los beneficios establecidos en las leyes y el Reglamento de las Cárceles y Prisiones cubanas. Estos verdugos del pueblo cubano lo privan de la libertad condicional e incluso lo maltratan y hostigan incesantemente, por ser amigo de quienes luchamos pacíficamente por el Derecho a los Derechos de todos los cubanos.
                   Las atrocidades que la Seguridad del Estado y sus secuaces, realizan contra Maqueira, constituyen una flagrante violación de los Derechos Humanos, que siempre han sido pisoteados por la Dictadura comunista, que ahora pretende embaucar al mundo con el maquillaje de unos supuestos cambios, que buscan la oxigenación de su agonizante régimen, que continua   privando al pueblo de sus Derechos y de la Libertad.
                   La anciana madre de Pablo Maqueira Vera y su esposa, que reside en España, han llamado por teléfono al arzobispado de La Habana, para que el Cardenal Jaime Ortega, interceda por nuestro amigo y hermano, que sufre los desmanes del Gobierno totalitario de los Castro.  
                   Unamos nuestras voces, a esta humilde familia, para reclamar el cese del aborrecible e inhumano trato contra Maqueira Vera.

                                                   Efrén Fernández Fernández
                                                   Miembro del Movimiento Cristiano Liberación.
                                                   León, España.  25 de abril del 2011.





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